top of page

Declaración de Fe

Somos fundamentalmente cristianos tan apegados a la Palabra de Dios como sea posible. Quisiéramos evitar a toda costa ser llamados, bautistas, o reformados, o pentecostales o cualquier otra designación. Si con ser sencillamente cristianos bastara fuera excelente, pero desafortunadamente no es así, no es así porque los cristianos hoy día tienen partidos, “yo soy bautista” y “yo soy pentecostal” y “yo soy reformado” y así por el estilo; sin tomar en cuenta en lo absoluto  que en el cielo no hay ninguno de estos rótulos.

Si hemos de ser etiquetados o rotulados entonces debemos entender que el instituto bíblico tiene entre su staff ministerial a fieles ministros de Cristo y hábiles maestros de la palabra a hermanos pentecostales, bautistas, reformados y ¡simplemente cristianos! En lo personal, Yo como Director Académico y fundador del INTESAND estoy claramente, doctrinalmente hablando, más alineado con la corriente bautista que de otras confesiones, pero no soy bautista, prefiero ser llamado simplemente cristiano, o en su defecto, mesiánico. Espero no ser tropiezo a nadie por esto. Que sea pues está breve y sucinta declaración de fe la que ayude a fundamentar lo que de consenso creemos y enseñamos en esta institución cristiana.

 

DE ACTUALIDAD Pensamos que estamos claramente viviendo tiempos de apostasía, no cualquier apostasía, sino tiempos finales, y que la aparición del hombre de pecado sobre la tierra es solo cuestión de tiempo.

Creemos que buena parte de la cristiandad está en apostasía, y que una de las áreas principales que afecta dicha apostasía está ligada a la sed insaciable de dinero y placeres temporales que nada tienen que ver con la frugalidad y el buen testimonio que deben caracterizar a un seguidor de Cristo.

Creemos que es un indicio claro de esa apostasía la forma burda y ofensiva como los templos dedicados al Señor y las ovejas de Cristo son inducidas a participar en este presente anunciado mercado e la fe:

 2 Pedro 2:3 y por avaricia harán MERCADERÍA de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme. 

Y que se manifiesta asiduamente en organizar (no exclusivamente) en los templos dedicados a Cristo actividades de toda índole cobrando un precio para entrar en la casa de Dios, con lo cual cumplen esta clara profecía. Por tanto declaramos como gravemente pecaminoso todo el descarado e impío comercio al que se expone a los siervos de Dios en este tiempo. Razón por la cual, este instituto, ni ninguna de las instituciones afiliadas al mismo, no impone una tarifa a los siervos de Dios que desean aprender la palabra de Dios, ni organiza ni promueve ninguna actividad cuya materia prima es la gratuita palabra de Dios, cobrando un precio por ello, sino que deja libremente a los siervos de Dios, que en muestra de gratitud, den como hayan propuesto en su corazón como manda la palabra. 

II Co 9:7

 

MONOTEISMO

SOLO DIOS. Creemos en un solo Dios Dt. 6:1 y ss. Comprendemos de Dios únicamente lo que él nos ha revelado Ex 6:3. Es evidente que nuestro Dios es un ser en su esencia más profunda incomprensible Is. 40:25. Él se nos ha revelado como una unidad plural Dt.6:4. Los teólogos han dado en llamar a esto la “Trinidad”. Esto es porque, hasta donde sabemos, hay tres personas claramente separadas, y diferenciadas en el ser de Dios Mt. 28:19, a saber el Padre, creador de todo y por encima de todos en término posicional. El Hijo y el espíritu Santo, según las escrituras el Hijo fue engendrado por el Padre y a su vez, el Espíritu Santo procede tanto del Padre como del hijo eternamente Jn. 15:26, Jn. 16:7.

No pretendemos, ni parece que las Escrituras enseñen esto, el tratar de entender a plenitud las relaciones que hay en el seno de la deidad, baste con saber que la Biblia afirma que hay un solo Dios Dt. 6:1 y ss. Que ése Dios tiene un hijo el cual es la expresión visible del Dios invisible Col. 1:15, Heb 1:3 a quien pertenece toda gloria y quien debe ser honrado en la misma medida que se honra al Padre Jn. 5:23, por mandato y disposición del Padre. Y que el Espíritu Santo, si bien, también es Dios Mt. 28:19, parece tener funciones muy definidas Jn. 16:13 y ss y por tanto, según el esquema escrito en el consenso de las Escrituras, nuestra relación con Dios debe —con el conocimiento y reconocimiento en nuestras mentes de la realidad de ese Padre y del Espíritu Santo—, mantenerse centrada en Cristo Jesús a través de quien mantenemos intima comunión en el Padre y con su Espíritu Santo Jn. 5:22 y ss, Col. 1:15 y ss.

Nosotros no creemos sin embargo, que la creencia en la doctrina de la Trinidad sea requisito para la salvación Hc. 16:31, Lc. 23:43, Ro 10:9-10.  El único requisito indispensable para la salvación es la fe solo en Cristo Ef. 2:8. Pensamos que en esencia, dicha doctrina, como ha sido articulada, es más bien un esfuerzo humano filosófico por explicar declaraciones de las Escrituras que afirman realidades en Dios que aún no comprendemos a cabalidad I Co. 13:12 Ro 11:34, y que son tan complejas que jamás aparecen esquematizadas o enseñadas en las Escrituras como una imposición a los creyentes Heb 6:1-12 y ss. Baste con saber, que hay un solo Dios verdadero, que tiene un hijo divino en quien ése Dios ha querido que sus amados depositen toda confianza, gratitud, alabanza y adoración y que, en la medida en que los siervos de Dios hacen esto cumplidamente, Dios, en las otras personas, es altamente glorificado, y así, de Dios mismo, y el Espíritu Santo, mana confirmación y bendición para los siervos de Dios impidiendo así una relación confusa de los siervos del Altísimo con su Dios.

SOLO LAS ESCRITURAS Afirmamos la inspiración plenaria de las Escrituras IT. 3:16, II P. 1:20, Jn. 10:35  y la doctrina histórica de la Inherencia de la Palabra de Dios. Afirmamos también que las Escrituras son la única fuente confiable de conocimiento acerca del único Dios verdadero y negamos que haya ningún otro instrumento a través del cual pueda ser conocida la verdad de Dios Jn. 5:39. Afirmamos que le es imposible al hombre llegar a conocer el significado espiritual y salvífico de las Escrituras a menos que por la gracia de Dios este reciba asistencia especial para entenderlas, atesorarlas y aplicarlas I Co. 2:14.

SOLO CRISTO afirmamos que el hombre está tan degradado espiritualmente como se puede estar, afirmamos que le es imposible al hombre, aunque quisiera, procurar para sí mismo o para otros la redención de su estado de depravación espiritual. Afirmamos por las Escrituras que solo mediante Cristo Hch 4:12, esto es, el MESIAS el hijo único del Padre, el hombre puede alcanzar la redención de su vida como un todo integral, y que, para ello, no concursa otra cosa que la gracia inmerecida de Dios Ef 2:8.

SOLA FE, SOLA GRACIA afirmamos igualmente y consecuentemente que es solo la fe en Cristo Ef. 2:8 y ss. Dada al hombre mediante el don (regalo) de Dios, que este puede llegar a entender el propósito de Dios que le lleva a la salvación en el MESIAS. Negamos que haya o pueda haber explícitamente en las Escrituras ninguna otra forma a través de la cual el hombre pueda ser salvo, excepto lo dispuesto en la Biblia Hch. 4:12 y ss. Esto es, depositar fe en Cristo mediante una confesión explicita y publica y recibirle así como único y suficiente salvador. Ro 10:9-10.

CREACIONISTAS negamos las teorías que proclaman, con ausencia de pruebas y sin evidencias convincentes, atestadas de argumentos contradictorios, que el mundo y el universo conocido ha sido el producto del azar y la acción de las fuerzas ciegas las que han desembocado en la realidad física que nos circunda. Afirmamos que el universo que ahora existe es el producto directo de la palabra creadora que de la nada hizo venir a existencia todas las cosas Gn 1:1 y ss, Heb. 11:13, .

Negamos sin embargo una creación reciente Ex. 20:11, Gn. 2:4, (véase el uso alternado del significado de la palabra “día”) porque no es sostenible con argumentos sólidos de la Escritura, porque un análisis desapasionado de los días de la creación arroja suficientes argumentos como para dudar de una creación joven y porque en última instancia una creación reciente es completamente inconsecuente con las evidencias geológicas y arqueológicas, sin que esto a su vez implique, que apoyamos ciegamente las fechas que rayan en lo absurdo acerca de la antigüedad del universo y de la tierra, para lo que tampoco hay pruebas incontestables y no pocas contradicciones.

LAS COSAS FINALES EL JUICIO FINAL,  EL CASTIGO ETERNO. Afirmamos que el MESÍAS regresará por segunda vez desde los cielos como lo afirman las Escrituras Heb 9:28, ITs 5:2, Hch 1:11, que su venida será pública, visible y que los santos ángeles vendrán con él en aquel día. Que dicha venida será  única Apoc 1:7. Afirmamos que dicha venida se precipitará para poner fin al gobierno despótico y de desafuero II Ts 2:110 del último dictador meramente humano que la tierra tendrá llamado el hombre de pecado, de desafuero, el sin ley, el que viene en su propio nombre, la bestia, el anticristo Apoc 13:1 y ss. Afirmamos que, después de un periodo de gran calamidad y terrible persecución contra los santos de Dios Apoc. 13:7, Dn. 7:25, el MESIAS regresará visiblemente y con poder, para poner a salvo a sus escogidos y destruir el gobierno de la bestia y desarticular a todos los gobiernos de la tierra.

Afirmamos que habrá resurrección de todos los que yacen en el polvo de la tierra se levantarán en un orden preestablecido: el justo para recibir honra y gloria y los injustos para vergüenza y confusión perpetua. Jn. 5:25, Dn. 12:2, Hch 24:15, I Ts 4:16.

Afirmamos que habrá un juicio universal Apoc. 20:12, Ro. 14:10, I Co. 5:10, que hará a toda la creación comparecer ante Dios delante de su trono celestial, símbolo de la máxima autoridad del universo, sin que esto implique que Dios haya de juzgar uno por uno a cada uno de los seres que han existido sino que por las indicaciones de la misma escritura, habrán tribunales especiales y jueces especiales I Co 6:3, Mt 19:28, designados para cada grupo de seres, quienes llevaran a cabo la tarea de juzgar a cada uno de los seres que han existido en todas las épocas, hasta que la dispensación del juicio sea agotada con el último caso pendiente de ser juzgado.

LA ETERNIDAD creemos que Dios hará nuevas todas las cosas Is. 66:22, IIP 3:13, Apoc. 21:1. Sin que necesariamente esto implique que las pulverizará y hará desaparecer cada átomo de lo ahora existente para luego dar paso a una nueva creación ex inhilo, en cuyo caso, hasta los salvados correríamos el riesgo de ser exterminados para luego ser recreados, pero, nuevo, en este contexto, se entiende mejor como renovado o restaurado, pues esto es lo que Pedro quiere comunicar cuando habla de destrucción sin implicar desaparición, sino queriendo decir restauración. Afirmamos que el gozo, la paz y la santidad del nuevo orden credo no tendrá paralelo y que la gloria del Dios altísimo podrá brillar en aquel estado en su más sublime esplendor y que dicho estado, según afirman las Escrituras no tendrá fin Apoc 7:17, 21:4.

bottom of page